La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de la corrección de los dientes y mandíbulas mal posicionadas. Tener los dientes mal alineados no solo afecta la estética de la sonrisa, sino que también puede generar problemas en la mordida, desgaste dental, dificultad para hablar o masticar, y hasta dolores en la mandíbula y cabeza. Por esta razón, la ortodoncia no solo busca mejorar la apariencia de los dientes, sino también garantizar una correcta función bucal.

Los brackets metálicos son los más tradicionales y efectivos, ideales para casos complejos. Los brackets cerámicos, por otro lado, ofrecen una opción más estética al ser de color similar al diente. Finalmente, los alineadores transparentes permiten corregir los dientes de forma más discreta, ya que son prácticamente invisibles y removibles, lo que facilita la higiene dental diaria.

El tratamiento de ortodoncia comienza con una evaluación exhaustiva del paciente. El especialista en ortodoncia realiza un estudio clínico, acompañado de radiografías y moldes dentales, para determinar el diagnóstico y el plan de tratamiento más adecuado. Dependiendo de la complejidad del caso, la duración del tratamiento puede variar, siendo lo habitual entre 18 y 24 meses. Durante este tiempo, se requiere acudir periódicamente al ortodoncista para ajustar los aparatos y asegurar que los dientes se están moviendo de manera controlada hacia su posición correcta.